sábado, abril 14, 2012

14 de abril

Hoy, 14 de abril, celebraríamos la proclamación de la Segunda República en 1931 de no ser por nuestro trágico pasado político que acabó desencadenando una Guerra Civil y una dictadura de la que nos rescató una monarquía. No es que, como cada catorce de abril, como la muchacha típica de Serrat, se nos escapen dos lágrimas vueltos los ojos y el ánima a las costas de Estoril, pero no escondemos nuestras tendencias republicanas, como no lo hace Sabina o muchos otros y, desde luego, mi princesa, como la de la canción del Chivi,

de noche se vuelve tan republicana,
no tiene castillo y lleva los tangas en rojo, “morao” y amarillo
.

Hoy nos hemos despertado con la noticia de que el Rey había sido operado de una fractura de cadera. A lo largo de la mañana nos hemos ido enterando de algunos detalles al respecto, de que se la había roto en Botsuana durante una cacería de elefantes.


(Foto procedente del periódico La Vanguardia y otras fuentes que recogen, a su vez, dicha foto de la web Rann Safaris del año 2006, de donde se deduce que no se trata del primer elefante)

Algunos países africanos permiten la caza controlada de estos paquidermos, lo que les reporta algunos suculentos ingresos para sus mermadas economías. Es el caso de Botsuana o, como publicábamos hace algún tiempo en otro blog, de Tanzania, donde estos maravillosos colosos africanos se encuentran a salvo solo en determinados Parques Nacionales.

No tengo nada en contra de la afición a la caza del Rey de España, es evidente que se ha podido ir a Botsuana porque el recorte del presupuesto de la Casa Real es tan solo del 2%, una miseria frente a, por ejemplo, los recortes propuestos en Sanidad o Educación por el actual Gobierno de España. Y todos sabemos de la afición del Rey al gatillo, la cual empezó en 1956 cuando, accidentalmente, según fuentes oficiales, mató a su hermano menor Alfonso en Estoril. Más recientemente, en 2006, los periódicos se hicieron eco de lo que destapó la prensa rusa cuando el Rey mató un oso durante una cacería en aquél país. Ese oso se llamaba Mitrofán y resultó ser un oso bondadoso y alegre al que emborracharon con vodka para asegurarse de que estuviera lo más perjudicado posible como para que el Rey no fallara. ¡Quizás el elefante abatido de la foto estaba también borracho como el oso Mitrofán, o Pupah, el elefante de El libro de los animales llamados salvajes, escrito por André Demaison!

Tal vez, la afición al gatillo en la Casa Real vaya en los genes, porque esta misma semana, el lunes día 9, el nieto mayor del Rey, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón se hería en un pie al dispararse, accidentalmente (¡por supuesto!), mientras jugaba con una escopeta. Nuestras leyes prohíben el uso de armas de fuego a los menores de 14 años. ¿Se investigará de oficio por quien corresponda lo sucedido?

Y todavía nos queda Urdangarín y su presunta participación en un delito de apropiación indebida, quizás también de forma accidental, como todo lo que rodea a la Casa Real. Como dijo al respecto Cayo Lara de Izquierda Unida, Urdangarín ha hecho más por la República en este tiempo que Izquierda Unida en 30 años. A lo mejor, dentro de poco, se oyen gritos tales como: ¡Viva Urdangarín! ¡Viva la República!

No obstante, deseamos una pronta recuperación del monarca para que pueda disfrutar de su trofeo mientras se pinche las habituales inyecciones de Clexane para la prevención de un tromboembolismo.


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