sábado, febrero 16, 2013

Todos somos iguales ante la ley

Eso es, al menos, lo que dice nuestra Constitución. A la vista está que no se la debe leer ni el Tato. ¿Dónde está esa presunta igualdad? ¿Se mide por el mismo rasero, por poner un ejemplo, a Emilia, condenada a un año y diez meses de cárcel por hacer uso de una tarjeta de crédito que se había encontrado, por valor de 193 euros, que a los tíos de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, quinto en la línea de sucesión al trono de España? Obviamente, no. A lo mejor es cuestión del nombre: cuanto más largo sea, menos probable sea acabar en el trullo. De ser así, las llamadas simplemente Ana, serían más proclives a acabar en la trena. Es el caso de la mujer de Diego Torres, el ex-socio de Urdangarín, que se llama Ana, Ana María para ser más exactos. Nada que ver ante una Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia. Fiscal y Juez lo tienen claro.
En mi opinión, es una cuestión de pasta, simple y llanamente. En este país, está claro que es preferible robar millones de euros a hurtar 193 o alguno que otro más. Cuanto más robes, menos probable es que acabes en el trullo; véase, por tan solo citar un ejemplo, lo de Luis Bárcenas. No dudamos de la legitimidad de sus ingresos (¡es por decir algo!), pero ha ocultado al fisco una nada despreciable cantidad de pasta que nos obliga a muchos, a los de a pie, a ver reducidos nuestros salarios, a pagar más impuestos, a tener menos servicios...
¿Cómo se puede pertenecer a un Consejo de Administración y no percatarte de que se está robando dinero al erario público a espuertas? Los de la revista del Jueves, ya le dedicaron una portada: La Infanta es tonta. Claro que, esa tontería, es la que le va a permitir no verse imputada en los chanchullos, dicho finamente, de su marido, Iñaki Urdangarín, Duque de Palma (alias el duque em...Palma...do), porque a día de hoy, aunque en Palma de Mallorca le hayan retirado el nombre a la calle que le pusieron, sigue siendo poseedor del título.
¡Más le hubiera valido dedicarse a cazar elefantes que a presidir el Instituto Nóos, que no quiere decir Noosotros, por la Infanta y el Duque em... Palma...do!

Adenda:
¡Joder cuánta mierda está surgiendo! ¿Somos, acaso, un país de mierda?

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