viernes, marzo 28, 2014

Hace dos años

Hoy hace dos años de la publicación de una de las entradas más curiosas de este blog: Érase una vez o el cuento como modelo de artículo científico. Hemos querido re-publicarlo a instancias de alguna que otra petición del oyente. La idea original era haberlo mandado para su consideración para la publicación en la prestigiosa revista Improbable Research, pero al final acabo siendo publicado en este modesto blog.

Érase una vez o el cuento como modelo de artículo científico

Si analizamos la estructura de un cuento y la de un artículo científico (AC), observaremos que hay una gran similitud estructural entre ambos géneros, si bien es cierto que mientras en el cuento se estimula y resulta deseable la creatividad y el uso lingüístico de metáforas y otras lindezas literarias, en general, estas suelen estar vedadas al AC para que resulte más formal (ladrillo).
Tanto el cuento como el AC (con alguna excepción, como por ejemplo los artículos de revisión, como es este caso) constan de un inicio, un nudo o desarrollo y un desenlace, que en el caso del AC se denominan introducción, material y métodos y resultados (Tabla I). Las conclusiones del AC se asemejan a la moraleja del cuento. Pero ¿y la discusión del AC? En el AC es una parte importante del mismo que en el caso del cuento resulta completamente innecesaria por la obviedad del mismo. Quizás sea por esto por lo que la mayoría de la gente prefiere un cuento a un AC. Pero volveremos más adelante sobre este asunto.

Tabla I: Estructuras del Cuento y del Artículo Científico.



El cuento debemos planteárnoslo como una observación única, esto es, sería lo más parecido a un case report. Pero podemos suponer que lo leemos una y otra vez a modo de repetición de un experimento para tener una serie de casos con el fin de establecer un grado de significación estadística. La única diferencia sería que en el cuento el resultado sería siempre el mismo a diferencia de nuestro experimento que motiva el AC. Esto es, el resultado del cuento sería el que es con una p < 0,000, mientras que en el AC la p no alcanzaría nunca un nivel tan elevado.
Utilicemos el caso concreto del cuento los tres cerditos, cuento popular anónimo probablemente anterior al siglo XVIII, para mostrar como sigue la estructura de un AC. De las diferentes versiones encontradas en la revisión de la literatura, hemos elegido la versión más clásica: tres cerditos que viven en el bosque construyen sus casas de diferentes materiales: paja, leña y ladrillo. Dependiendo de nuestra actividad científica, sería equiparable a evaluar tres tipos de intervención, tres medicamentos, tres formas de administración de dicho medicamento, etc.
En el cuento, el lobo se dedica a derribar las casas de los dos primeros cerditos de un potente soplido, es decir, se está analizando el efecto del soplido del lobo sobre los diferentes tipos de material empleados por los tres cerditos en la construcción de sus casas (Fig.1). Lo que nosotros presentamos en nuestro AC es si una causa (el lobo) y una intervención (el soplido) sobre cada una de nuestras variables (las casas), tiene un determinado efecto (el derribo o no).


Figura 1: El cuento de los tres cerditos contado en una hoja bloque filatélica de St. Vincent.

Aquí es donde el AC debe alcanzar una serie de matices engorrosos que sobran en el caso del cuento, porque en el material y métodos (el nudo) deberíamos aclarar si se trata de cerditos domésticos albar (Sus scrofa castilianus) o arochos (Sus scrofa baeticus), por poner un ejemplo.
Decíamos antes que una diferencia fundamental entre un cuento y un AC era el apartado de la discusión. En efecto, si nosotros pretendemos mostrar el cuento de los tres cerditos como un AC, en el apartado de la discusión deberíamos plantearnos si los resultados se hubieran visto alterados como consecuencia de la dirección del viento (a favor o en contra) o de la velocidad del mismo (ejemplo, el lobo soplando con una velocidad del viento de 50 km/h en contra), o si el lobo estuviera completamente sano o aquejado de una proceso catarral agudo o crónico (EPOC, enfisema, etc…)
Lo que no tiene en cuenta el cuento y sí debe tenerse presente en el AC es el carácter evolutivo de la intervención de la variable estudiada. Por ejemplo, el cuento de los tres cerditos no considera que, en los tiempos actuales y después de llevar prácticamente tres siglos soplando, el lobo debería haber evolucionado, como lo hacen nuestros virus y bacterias, hacia un lobo más adaptado a los tiempos modernos que, ante el hecho de no conseguir derribar de un soplido la casa del tercer cerdito, lo lógico es que recurriese a una grúa de derribo con una pesada bola de acero.
Al igual que en la ciencia todo es debatible y cuestionable, el cuento también puede serlo, como es el caso de la revisión llevada a cabo recientemente para el cuento de los tres cerditos por el periódico británico The Guardian (1).
En todo científico es presumible que persista el alma del niño que se crió con los cuentos antes que con la lectura de los AC. Es por tanto previsible que solo cambie la forma de contar las cosas. Según este planteamiento, no termina de quedar del todo claro si un cuentista es un científico frustrado, o un científico es un literato fallido. En cualquier caso, literato o científico, se trataría de alguien que, como diría Isaac AsimovLa frase más emocionante de escuchar en la ciencia, la que anuncia nuevos descubrimientos, no es" Eureka! " si no, "Eso es divertido ..."
Al ser este un artículo de revisión, no es aplicable la estructura mencionada para un AC.

¿Cómo quedaría el cuento de los tres cerditos adaptado a la forma de un AC?
Título: Efecto del soplido del lobo sobre tres diferentes materiales empleados por los cerditos para construir sus casas.
Introducción: El lobo es un depredador carnívoro salvaje que ocasionalmente ejerce su depredación sobre animales domésticos tales como ovejas, gallinas o cerditos. Conocido es que el principal depredador de pollos y gallinas es el zorro. Aunque menos frecuentemente reportado en la literatura, los lobos no desaprovechan la ocasión de atacar y comer carne de cerdo de presentarse la ocasión. Estudiamos en este caso la estrategia desarrollada por el lobo para destruir las guaridas de tres cerditos en tres diferentes situaciones.
Material y Métodos: Tres cerditos (Sus scrofa castilianus) fueron emplazados a construir sus respectivas guaridas empleando materiales distintos: paja, leña y ladrillos. Un lobo común (Canis lupus), completamente sano tras la realización de una espirometría para descartar asma o EPOC, fue utilizado para la realización de un soplido y comprobar la resistencia de los materiales empleados por los tres cerditos.
Resultados: Las casas construidas con paja y leña de los dos primeros cerditos no resistieron el efecto del soplido del lobo, mientras que la de ladrillo sí, incluso aunque el lobo lo intentara repetidas veces (p < 0,000).
Discusión: Aunque se trata de una muestra pequeña (n=1), el grado de significación estadística alcanzado resulta tan elevado que nos permite obtener conclusiones muy interesantes. Si bien es cierto que no se tuvieron en cuenta las condiciones atmosféricas existentes, tales como la velocidad del viento o la dirección de este, dejamos para futuros experimentos estas cuestiones para precisar mejor los efectos del soplido del lobo. Aunque se hayan considerado otras hipótesis, una posible alergia del lobo (2) como la responsable de los estornudos que derribaron las casas de los dos primeros cerditos, este hecho no resulta relevante en este trabajo de investigación por cuanto que el ejemplar empleado de Canis lupus fue un animal sano. El papel de la inclemencia climática (3), reportado en la literatura, aunque pudieran dar el mismo resultado que el soplido del lobo, no fue el objetivo de este estudio.
Conclusión: El soplido del lobo es una estrategia significativa para derribar las guaridas de paja o de leña de los cerditos, pero no así la de ladrillos.

En mi experiencia personal, este modelo de AC me ha servido para la publicación de más de una decena de artículos por cuanto que se trata simplemente de ir sustituyendo los diferentes protagonistas del cuento (lobo, soplido, material de las casas, derribo) por los de nuestra actividad investigadora objeto del AC (causa, intervención, variable, resultado) (Fig 2).


Figura 2: Adaptación del cuento de los tres cerditos a una actividad investigadora determinada (Nota: hemos sustituido al lobo por el más entrañable Taz, el personaje de la Warner y que es un diablo de Tasmania).

Bibliografía:
1. “The Guardian” reinventa la fábula de los tres cerditos. Disponble en: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/01/comunicacion/1330604901.html
2. Nylsa. Los 3 cerditos mafiosos (contado por el lobo). En: http://www.elotrolado.net/hilo_los-3-cerditos-mafiosos-contado-por-el-lobo_139207
3. En: http://www.amnistiacatalunya.org/edu/material/htm/3cerditos-m.pradenas.html


martes, marzo 11, 2014

Han pasado 10 años

Hoy se cumplen 10 años de los tristes acontecimientos en Madrid que cambiaron nuestras vidas o, al menos, la forma de ver las cosas. Desde hace siete años, este modesto blog, tal día como hoy, se encarga de recordar que no debemos olvidar aquella injustificable y gratuita matanza. Como es habitual, hoy encenderemos una vela en recuerdo de todas aquellas inocentes víctimas que tuvieron la desgracia de coger un tren para ir a trabajar o a estudiar y permanecerá encendida durante todo el día.


Quiero además, insertar aquí una canción que está dedicada a aquellas víctimas, una preciosa canción escrita por un personaje controvertido, un pornoautor: El Chivi.