Hace un tiempo, durante la pandemia, y debido a uno de esos recalentones provocados por el obligado aislamiento en casa, surgió una peregrina idea de juntarnos un fontanero, un electricista y un médico para diseñar y montar lámparas de lo que se denomina diseño industrial. La idea era forrarnos en poco tiempo para hacernos una escapadita a las Bahamas. El nombre de la "empresa" surgió rápidamente: los Iluminati. Lo cierto es que aquello no empezó nada bien porque no hubo coordinación de ningún tipo excepto para quedar a tomar unas cañas y debatir cómo la reciente invasión de Ucrania por Rusia iba a afectar a nuestro negocio.
La idea surgió del encuentro por casualidad de una lámpara de diseño industrial en Internet.
El fontanero me pasó unas cuantas piezas para que yo tratara de mejorar el aspecto del descabezado guerrero de la foto. Y, la verdad, no se dio nada mal ya que mejoramos considerablemente el diseño.
Y lo mejor de todo: hasta funcionaba
Animados por nuestro primer logro, nos enfrascamos en nuevos diseños. Como el primer guerrero acabó en mi mesita de noche, necesitaba completar mi guardia personal con un segundo personaje que se inspiró también en un diseño tomado de la red.
Las lámparas que figuran en la red tienen unos precios que pasan sobradamente de los 100 € cada una.
Era evidente que el arquero de la foto superior necesitaba importantes modificaciones.
Y resulta bastante evidente que estas se lograron a la par que duermo mucho más tranquilo desde que tengo una guardia personal formada por dos guerreros que, además, iluminan mis sueños.
A partir de ahí, surgió una febril etapa de nuevos diseños de lámparas que, lejos de ser vendidas, eran regaladas a amigos y familiares. Nuestro sueño del viaje a las Bahamas se desvaneció completamente.
Aunque algunos diseños fueron tomados (la idea) de internet, otros fueron completamente originales, como es el caso de mis bailarinas.
O el escalador de la pared que tengo en mi terraza.
Y que también funciona
Una veintena de lámparas de lo más curiosas que han acabado siendo regaladas a familiares y amigos.
La última, este original diseño para una buena amiga que, para mi orgullo personal, luce en el salón de su casa.
El caso es que, las Bahamas, tendrán que esperar una mejor oportunidad.