domingo, noviembre 09, 2014

Ruta del cómic

Ante el bochornoso y patético espectáculo que están dando el Gobierno Central y el de la Generalitat de Catalunya jugando ambos con el legítimo derecho de todo un pueblo, hemos optado por tomárnoslo de la forma más cómica posible, si es que ello es posible después de tanto esperpento y corrupción. Hemos querido retomar algo que teníamos en el cajón de tareas pendientes desde hace tiempo y, para ello, os proponemos hacer una ruta del cómic por la ciudad más cómic(a) que existe: Bruxelas. Y no nos referimos a las emblemáticas placas de los nombres de sus calles con alguna que otra referencia a personajes famosos del mundo de la historieta gráfica.



O al célebre museo del cómic de obligada visita



Pasear por las agradables calles de Bruxellas es reencontrarse con aquellos tiempos felices de la infancia y los personajes de cómic que nos acompañaron en aquella etapa de nuestras vidas. Enormes fachadas se encuentran decoradas con esos entrañables personajes. Existe toda una ruta del cómic que la Oficina de Turismo de Bruxelas tiene a bien proponer y recomendar, pero es mucho más divertido y entretenido descubrir ese mundo por uno mismo.

(Le Passage. Un cómic de Péplum-Carez y François Schuiten en Rue Marché-au-Charbon 19)
(Broussaille, de Frank Pé en Rue Marché-au-Charbon)
(Victor Sackville, de Carin en la misma calle que el anterior)

No puede faltar el entrañable Tintín de Hergé en Rue de l'Etuve, junto al Capitán Haddock y Milú.

(Olivier Rameau de Dany en Rue du Chêne)
(El joven Albert de Yves Challand en Rue des Alexiens 49)
(Billy The Cat de Colman y Desberg en Rue d'Ophem)
(Cubitus de Dupa en Rue de Flandre)

Toda la ciudad es un auténtico homenaje a todos esos personajes de un mundo irreal pero fascinante que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida.

(El ángel del Sambre de Yslaire en Rue des Chartreux)
(Nero de Marc Sleen en Place Saint-Géry)
(Cori le Moussaillon de Bob de Moor en Rue des Fabriques 21)
(Les Rêves de Nic (Los Sueños de Nic) de Hermann en Rue des Fabriques 40)

Vale que faltan algunos como nuestros Mortadelo y Filemón o Pepe Gotera y Otilio, por citar algunos, pero ahora vienen los más conocidos y reconocidos a nivel mundial, si dejamos a un lado a Tintín al que ya hemos hecho referencia.


¿Es necesario  decir que se trata de Lucky Luke de Morris y que este mural puede verse en Rue de la Buanderie 40? Muy cerca de allí, otro clásico.


Un habitual de este blog: Astérix y los irreductibles galos. Este mural se encuentra frente al patio de un colegio en Rue de la Buanderie 33. Mi vida estudiantil hubiera sido más fácil si, todos los días, a la salida del recreo, me hubiera encontrado con Anacleto, agente secreto o el abuelo Cebolleta del gran Vázquez, por mencionar a otro de nuestros grandes.

(Isabelle de Will en Rue de la Verdure)
(El señor Jean (Monsieur Jean) de Dupuy y Berberian en Rue des Bogards 28)
(Le Scorpion (El Escorpión) de Marini y de Stéphane Desberg en Rue de Treurenberg)

Hay muchos más pero para muestra un botón. Hemos dejado para el final a Tomas el Gafe (Gaston Lagaffe) de Franquin en Rue de l'Ecuyer.

Además, Gaston Lagaffe tiene una estatua en las proximidades del Museo del Cómic.


No están todos; faltan, entre otros, algunos de los nuestros. Personalmente hecho en falta al Capitán Trueno pero después del despropósito que supuso su versión cinematográfica, no tanto.



miércoles, septiembre 17, 2014

Ni a tiempo y a destiempo

La escapada a Donostia-San Sebastián ha sido como el título de este post. El objetivo era llegar a tiempo para la celebración de la última manga de una de las más famosas regatas de este país, la Bandera de la Concha, que el domingo día 14 se decidía después de la jornada de clasificación previa y la manga del domingo día 7. Esta prueba se viene realizando desde 1879 en categoría masculina exceptuando algunos parones debidos fundamentalmente a las Guerras Mundiales del siglo pasado. Ni que decir tiene que llegamos tarde a la victoria de la embarcación representante de Urdaibai.

(Foto tomada prestada del diario Deia)

Pero no a la charanga y al impresionante ambiente de fiesta de la ciudad amenizado por Los bebés de la bulla partiendo desde el puerto de la ciudad.


Donostia es siempre una ciudad agradable que visitar en la cual, para la ocasión, llovió como era de obligado cumplimiento. No en balde es la ciudad de España donde más lluvia cae en todo el año habitualmente. De esa forma se entiende que esté llena de concurridos chiringuitos donde abunda el vino, la sidra y la cerveza así como las impresionantes tapas con las que entretenerse mientras se espera a que escampe.
Obligada visita al Palacio de Congresos, el Kursaal, con motivo de la 62 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, engalanado para la ocasión.


Y ese es el motivo del a destiempo, porque dicho Festival tendrá lugar entre los próximos días 19 y 27 de septiembre. Pero a tiempo o a destiempo, Donostia siempre resulta una ciudad muy agradable para pasear y tapear.

domingo, agosto 31, 2014

En fiestas

Durante todo este mes de agosto se celebran las fiestas patronales de muchos pueblos de la geografía española. El bullicio y la necesidad de diversión debe ser una costumbre ancestral del ser humano. Si, además, un pueblo se engalana para la ocasión, mejor que mejor.


El fin de semana pasado, tuvo lugar la Fiesta Medieval que lleva celebrándose desde el año 2000 en la villa monumental de Maderuelo, en Segovia. Todo el pueblo se engalana para la ocasión con la participación de sus habitantes vestidos de época para rememorar una época medieval.


Más bonito así que de esta otra manera:


Y, desde luego, mucho más auténtico esto:


que esto otro:

Aunque hay que reconocer que Maderuelo es bonito hasta con coches


Pero mejor si se los quitamos


Por supuesto, obligada visita a la ermita de la Vera Cruz, declarada bien de interés cultural, cuyas pinturas románicas pueden admirarse en el Museo del Prado de Madrid.



viernes, agosto 22, 2014

Lógica toponimial

La toponimia es una disciplina que se dedica al estudio y origen de los nombres propios de lugar, por eso lo de topos (en griego, lugar); nada de animalillos que se dedican a incordiar haciendo galerías por los jardines. Recientemente hemos hecho algún escarceo al respecto en este blog.
Un pequeño estudio de los nombres de las poblaciones de la Comunidad de Madrid nos lleva a una serie de planteamientos curiosos al respecto de lo que hemos denominado lógica toponimial. Del hecho que existan los municipios de Villamanta y Villamantilla, al sur de la Comunidad, podemos deducir varias consideraciones lógicas:
-el sufijo -illa, como diminutivo, indica que la población que la lleva es más pequeña. De hecho Villamantilla tiene 1238 habitantes frente a los 2514 de Villamanta (datos del INE del 1 de enero de 2013).
-las poblaciones acabadas en illa implican proximidad geográfica con el topónimo del que proceden (Villamanta y Villamantilla comparten término municipal).
Partiendo de estas cuestiones, hemos podido comprobar que, como suele ser lo habitual, la excepción confirma la regla. Si bien Garganta (de los Montes) está más poblada que Gargantilla (del Lozoya) y comparten proximidad, no es el caso mencionado en una entrada anterior de Cerceda y Cercedilla, poblaciones que distan tan solo 14 km. Más llamativo es el caso de Lozoya (625 habitantes)  y la que debería ser Lozoyilla, población que surgió a partir de unos emigrantes de Lozoya.

(El rollo de Lozoya, pedrusco que indicaba la consideración de villa con alcalde y juez propios)

Su nombre real es Lozoyuela y, actualmente, comparte ayuntamiento con Navas (de Buitrago) y Sieteiglesias. En conjunto 1216 habitantes. Al respecto hay que mencionar que el INE publica los datos del censo por ayuntamientos, no por poblaciones.

(Iglesia de San Nicolás de Bari de Lozoyuela)

Lozoyuela, además de ser más grande que Lozoya, tiene dos potros de herrar y en mejor estado de conservación que el de Lozoya.

(El olvidado potro de herrar de Lozoya)

En el caso de las poblaciones que terminan con la letra "o", el sufijo illo no suele indicar prácticamente nada; es el caso de Robledo (de Chavela) y Robledillo (de la Jara) o Valdemoro y Valdemorillo, en todos los casos poblaciones relativamente distantes. Para el caso de proximidad territorial, no se recurre al diminutivo, como por ejemplo Horcajo (de la Sierra) y Horcajuelo (de la Sierra), que sí cumplen la premisa de que el primero es mayor que el segundo.
Un caso llamativo, desde un punto de vista toponímico, es el de Alpedrete. A día de hoy no hay acuerdo sobre si el nombre se debe a que lo fundase un tal Pedrete o deriva del latín, Ad Petrum, por su abundancia de pedruscos.


La terminación con la letra "e" evita que exista un Alpedretillo o un Alpedretuelo.

jueves, agosto 07, 2014

Temblequeando por Mora

El habitual periplo Comunero nos lleva en esta ocasión a Mora, en Toledo. Si el 21 de agosto de 1520, las tropas imperiales incendiaron gran parte de la ciudad de Medina del Campo por negarle la población las piezas de artillería para el asalto de Segovia, otra de las perlas de las tropas de Adriano de Utrecht, regente de Carlos I y posteriormente papa conocido como Adriano VI, es el incendio de Mora el 12 de abril de 1521:
La guerra se va extendiendo, larga la lucha será. Un ejército imperial a Mora tiene cercada, la ciudad guarda silencio se diría abandonada. Con Zúñiga a la cabeza los imperiales avanzan. "Os rendireis los de Mora o Mora será arrasada". La artillería real logra quebrar la muralla, aguantan los defensores, hacen frente a las mesnadas. Luchando calle por calle, luchando casa por casa, van muriendo en el combate o en el suelo se desangran. Los imperiales se adentran, ya la iglesia está cercada. "¿Quién se refugia en la iglesia huyendo a nuestra venganza?" Son mujeres y son niños o son los viejos sin armas. "Si son mujeres o niños o si son viejos sin armas, Comuneros son también y morirán sin que salgan". Los reales prenden fuego, la iglesia ya está incendiada. Tres mil mujeres y niños y viejos que están sin armas se quemarán en la iglesia sin poder abandonarla. En silencia queda Mora, ¡cómo crepitan las llamas! (Nuevo Mester de Juglaría, Los Comuneros. 25 años después)


La Iglesia de Nuestra Señora de Altagracia donde tuvo lugar aquél horrible suceso, no es la de la foto porque la iglesia quedó en tal estado que hubo de ser reconstruida después de la Guerra de las Comunidades. Aparentemente, cuesta creer que cupiesen 3000 personas en el interior de la iglesia, pero una serie de comprobaciones aritméticas nos indican que incluso pudieran haber cabido más.
La actual iglesia rinde homenaje a las víctimas franquistas y falangistas de Mora de la Guerra Civil sin ningún tipo de referencia a aquellos otros hechos de 1521.


La visita a Mora era obligada por su pasado comunero, aunque hay que reconocer que podría haber sido una visita prescindible. Aunque existe un interesante Museo del Aceite, hay que reconocer que se trata de una población no muy bien preparada para el turismo.


Si visitáis Mora y os encontráis esta indicación, no la hagáis ni caso: os llevará a cualquier sitio menos a la Oficina de Tursimo de Mora.


Y respecto al plano de situación que se muestra, sencillamente, no hay palabras. La numeración de los monumentos en el plano está hecha por alguien que debía ser más aficionado a otros menesteres bastante más lúdicos que el de la información turística.
La principal ventaja de Mora es la proximidad de Tembleque donde se puede comer bastante bien y admirar la impresionante Plaza Mayor que no cabe en el objetivo de la cámara.




Bueno siempre cabe la posibilidad de temblequear un poco previo paso por Mora y rendir un sentido homenaje a aquellos más de 3000 mujeres, viejos y niños quemados vivos en el interior de la iglesia por las fuerzas imperiales de Carlos I durante la Guerra de las Comunidades.

jueves, julio 31, 2014

Número de especies de tiburón y Wikipedia

Todo empezó a raíz de tener conocimiento de una mordedura de tiburón. Como en Madrid no hay tiburones, decidimos indagar un poco en el suceso el cual tuvo lugar en las Islas Canarias, en el sur de Tenerife. Por el tamaño de la mordedura y el que fuera prácticamente en la misma orilla, debía tratarse de alguna especie de cazón. La foto fue realizada una semana después de la mordedura.


Los tiburones suelen despertar cierta atracción morbosa, más allá de la clásica película de Steven Spielberg de 1975, Tiburón.


Para no caer en selacofobia (miedo a los tiburones) hemos revisado nuestro archivo fotográfico a la búsqueda de ejemplares previamente inmortalizados en diferentes oceanográficos visitados anteriormente.


La pregunta surgió casi de forma inmediata: ¿cuántas especies de tiburones hay? En esos casos, la respuesta la buscamos de forma inmediata en Wikipedia donde encontramos que existen 368 especies de tiburones agrupados en ocho órdenes, y un enlace a un anexo sobre la taxonomía de estos pececillos. Contando las especies descritas en dicho anexo nos salen 511 especies de 104 géneros diferentes agrupados en 34 familias. La discrepancia de 368 a 511 especies es lo suficientemente respetable como para que ampliáramos el radio de búsqueda. Lo cierto es que cada recurso consultado da un número de especies de lo más variopinto, desde las 400 del Museo de Historia Natural de Florida a las más de 440 de Sharks-World.
De forma casual, sin darnos cuenta, accedimos a la página de tiburones de Wikipedia pero en inglés procedente de otro recurso consultado, pudiendo comprobar que el número de especies mencionado era de 470. A partir de ahí, empezó una pequeña comprobación entre diferentes versiones de la Wikipedia con resultados tan dispares como sorprendentes.


Esto nos indica dos cosas, de una parte que mi recuento no es para nada descabellado (511 especies) y de otra que la fiabilidad de Wikipedia depende del idioma. En este caso el swahili está más cerca de la realidad que el español.

sábado, julio 05, 2014

Galápagos en Galapagar

Galapagar es un pueblo de Madrid que debe su nombre a que los primeros asentamientos urbanos dentro de su término municipal estaban localizados alrededor de una pequeña laguna en la que existía una colonia de galápagos. El galápago leproso (Mauremys leprosa) es la tortuga acuática autóctona de la Península Ibérica. La destrucción de su hábitat, su captura para tenerla en cautividad y la competencia de especies tropicales introducidas (como la tortuga de orejas rojas) son los problemas a los que se enfrenta esta especie. Aprovechando que nunca habíamos estado en Galapagar, organizamos una excursión a la búsqueda de sus galápagos.


La verdad es que no resultó nada complicado encontrarlos ya que estos figuran en el escudo de Galapagar, en una enorme réplica del mismo en piedra junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el monumento dedicado al escritor Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura de 1922 y que falleció en esta villa.


Sobre un fondo verde, los galápagos en oro siembran su superficie


Aunque me gusten más los del escudo labrado en piedra


Fundamentalmente porque estos representan mejor el aspecto deslustrado del galápago leproso ya que estas tortugas suelen tener un aspecto muy desgastado y sucio que refuerza ese nombre.


Por cierto, el gentilicio de los habitantes de Galapagar no es galápago sino galapagueño y de los galápagos galapagueños, fuera del escudo, nada de nada.