martes, diciembre 21, 2010

Con Leonardo por Milán

En nuestra anterior escapada a Milán a principios de año, habíamos dejado pendiente la visita a la iglesia y convento de Santa María delle Grazie, con Il cenacolo o La última cena de Leonardo da Vinci. Esta vez hemos vuelto con la reserva de las entradas, única manera de acceder al fresco.
Con un frío de narices, esta vez el paseo por Milán ha sido un recorrido por la obra de Leonardo da Vinci en esta ciudad.



Cerca del Duomo, al otro lado de las galerías de Vittorio Emanuele, la estatua del genio se yergue en la Plaza de la Scala, donde se ubica el prestigioso Teatro de la Scala de Milán. Hubiéramos querido asistir a la representación del sábado día 18 de diciembre (noche que pasábamos en Milán) de El lago de los cisnes que tenía lugar en la Scala, pero el mismo día que se pusieron a la venta las entradas por Internet, se agotaron cuando intentamos adquirirlas, allá por principios de noviembre.



Queda pendiente para una próxima visita que esperamos sea antes de la Exposición de Milán de 2015.



Con un Milán nevado y una sensación de tener los pies completamente congelados, la visita al Castillo Sforzesco fue incluso agradecida por mis hijas, las cuales suelen protestar de forma habitual en este tipo de ocasiones.



En el interior del Castillo se encuentra la Sala delle Asse, célebre por la decoración de su bóveda pintada por Leonardo en 1498 y en muy mal estado de conservación.





Además, un tesoro adicional del Castillo es la inacabada Pietà Rondanini de Miguel Ángel.





En invierno, en Milán, anochece muy pronto y, además, el frío que hacía obligó a un recogimiento temprano, no sin antes un obligado paseo por Montenapoleone y della Spiga donde se ubican las famosas tiendas de la moda de Milán. Para este paseo no nos acompañaba Leonardo.









Para hacerse una idea, el bolso que se ve sobre la foto inmediatamente superior, en el respaldo de la silla, costaba 895 €, y para nada era de los más caros, casi podría decirse que era una minucia.
Esa misma noche el Inter de Milán se proclamaba campeón del mundo de clubes en Abu Dabi y Milán era una fiesta.



Pero volvamos con Leonardo. El Museo de la Ciencia y la Tecnología Leonardo da Vinci es una visita muy recomendable en Milán.



Desde un barco antiguo hasta un submarino





pasando por aviones, locomotoras y todos los avances tecnológicos de la humanidad, una de las exposiciones más interesantes es la dedicada a la reproducción en maquetas de alguno de los inventos de Leonardo.





(Manoscritto B, folio 83)





(Manoscritto B, folio 88)

Pero el objeto de la visita a Milán era contemplar La última cena (Il cenacolo) en el refectorio de Santa María delle Grazie, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1980.



Limitado a visitas de 25 personas cada 15 minutos (exactos), el fresco de Leonardo impresiona cuando se contempla in vivo. Lo hemos visto innumerables veces en foto pero nada es comparable a la majestuosidad que desprende el mural.



La pintura está basada en el Evangelio de San Juan (13:21), en el cual Jesús anuncia que uno de sus discípulos le traicionará. La afirmación de Jesús «uno de vosotros me traicionará» causa consternación en los discípulos, y ese es el momento que Leonardo representa, intentando reflejar "los movimientos del alma", las distintas reacciones individualizadas de cada uno de los doce apóstoles: unos se asombran, otros se levantan porque no han oído bien, otros se espantan y, finalmente, Judas retrocede al sentirse aludido.
De izquierda a derecha según las cabezas, son: Bartolomé, Santiago el Menor y Andrés en el primer grupo; en el segundo Judas Iscariote con pelo y barba negra, Simón Pedro y Juan, el único imberbe del grupo; Cristo en el centro; Tomás, Santiago el Mayor y Felipe, también sin barba en el tercer grupo; Mateo, aparentemente sin barba o con barba rala, Judas Tadeo y Simón el Celote en el último. Todas las identificaciones provienen de un manuscrito autógrafo de Leonardo hallado durante el siglo XIX.
La noche del 15 de agosto de 1943, los bombardeos nazis afectaron a la iglesia y al convento. El refectorio quedó arrasado, aunque algunos muros se salvaron, entre ellos el de La última cena, afortunadamente.
Una de las maravillas adicionales de Santa María delle Grazie, es la posibilidad de contemplar una veintena de originales del Códice Atlántico de Leonardo da Vinci que se encuentran expuestos.



Lo que es de agradecer ya que este Códice se encuentra en la Biblioteca Ambrosiana que no tuvimos tiempo de visitar y que queda también como asignatura pendiente.
Entre ellos, entre alguno de los originales expuestos, uno de los inventos más curiosos de Leonardo, el flotador.

miércoles, diciembre 08, 2010

En la cocina

Aunque, últimamente, este blog parece haberse especializado en viajes, os recordamos que, de vez en cuando, dedicamos algún que otro post a eso que damos en llamar el arte culinario: la receta de la harira; el poco arroz con bogavante; el lenga lenga; o las almejas a la marinera, son algunos de los platos que hemos disfrutado doblemente, primero comiéndonoslos y luego publicándolo.





No es que mi mujer y yo compitamos en eso de las tareas domésticas en torno a los fogones, cada uno tiene su propio estilo. No voy a criticar el de mi mujer, las mejores lentejas que se comen en casa son las que prepara ella, en sus dos variantes: las lentejas tal cual y las lentejas agarradas. Nuestras hijas no terminan de decantarse por las diferentes habilidades de uno y otro, porque una de las peculiaridades de mi mujer en la cocina es la que lleva asociada la tecnología Movistar, y luego pasa lo que pasa. Cocinar y hablar por teléfono a la vez es algo que puede traer desastrosas consecuencias, pero hay que reconocer que mi mujer cocina muy bien, siempre que tengamos desconectado el teléfono.



Entre la cocina de el bulli y Casa Pepe, admito que mis habilidades se orientan más hacia la segunda opción; y es que para mí la cocina se basa en el ABC:
-A, de A fuego lento;
-B, de Buenos ingredientes; y
-C, de Constancia, de remover una y otra vez, con mimo, con paciencia...

Desde la más simple de las sopas hasta los cacarrones, nombre con que se le da en casa a los macarrones desde los tiempos en que nuestras hijas eran pequeñas, pasando por el poco arroz con bogavante, el pollo al limón o la Avutarda del Serengeti al horno, todos los platos que se cocinan en casa tienen ese sabor entrañable hogareño a excepción de las lentejas a la movistar.





Eso sí, esta noche, sopa de sobre.



Adenda

Confío en no dormir en el sofá esta noche.

domingo, noviembre 28, 2010

Cosas que no entiendo

De que vivimos en un mundo cada vez más complicado y enrevesado no me cabe la menor duda. Pretendemos hacer de lo natural algo artificial que nos lleva luego a tratar de volver al punto de partida. Para cada norma que establece el ser humano es probable que haya que redactar luego un centenar nuevo de normas que regulen la norma original para acabar, finalmente, volviendo al punto de partida. Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo con esta instantánea tomada ayer sobre un sistema para romper una ventanilla de un furgón del metro en caso de emergencia. ¡Sacad vuestras propias conclusiones!

martes, noviembre 09, 2010

Secuestrados

Como en el título de la novela del gran escritor escocés Robert Louis Stevenson, así nos hemos sentido durante nuestra estancia este fin de semana pasado en Tenerife. Nuestras buenas amigas, Anita, que no es un diminutivo de Ana si no un nombre alemán, y Pilar, organizaban las III Jornada de Dislexia en Canarias y, como en ediciones anteriores, acudíamos a prestar nuestro apoyo logístico para lo que fuere. No obstante, siempre solía haber algún rato de asueto para conocer y admirar alguna que otra maravilla de esta isla. Esta vez no ha sido así. Hemos sido secuestrados en el amplio sentido de la palabra, si bien es cierto que se ha tratado de un secuestro consentido.
Con la sede de la Jornada en Sta Cruz de Tenerife, cerca del recinto ferial, lo único que pudimos ver, de lejos, fue el auditorio, obra del arquitecto Santiago Calatrava.



La próxima vez que acudamos a Tenerife será para resarcirnos de este secuestro y del síndrome de Estocolmo que hemos padecido.

jueves, octubre 14, 2010

La vida en blanco y negro

Para los que tenemos algunos añitos, gran parte de nuestras vidas discurrió en blanco y negro: el cine era en blanco y negro y la fotografía también. Grandes películas nos hicieron ver la vida así: Casablanca; Ciudadano Kane; Ser o no ser; Los mejores años de nuestra vida; y un largo etcétera que ocuparía páginas y páginas en la Red. Las películas en color nos descolocaron, en un principio, aunque nos habituamos rápidamente. Un proceso a la inversa se produjo con mis hijas. Acostumbradas al cine en color, alucinaron cuando vieron, por primera vez, Sombrero de copa, deliciosa película de 1935 interpretada por Fred Astaire y Ginger Rogers.
Desde bien pequeños, mi hermano inmediatamente superior en años, Toño, y yo heredamos la afición de nuestro padre por la fotografía. En casa teníamos una ampliadora y hacíamos nuestros pinitos en la oscuridad de nuestra habitación compartida de revelar nuestras propias fotografías en blanco y negro. Nuestra afición era tal que dedicábamos nuestros escasos recursos a la compra de revelador, fijador y hasta película virgen en rollos (salía más barato) que nosotros mismos, completamente a oscuras, cortábamos e introducíamos en la carcasa del rollo de película convencional reciclado para la ocasión. Con doce y quince años, respectivamente, hicimos verdaderas virguerías en materia de fotografía. Pequeñas obras maestras que no se conservan por la sencilla razón de que nuestra madre no opinaba igual que nosotros y aprovechaba cualquier momento para hacer limpia en nuestra habitación. Ni siquiera he conseguido recuperar la entrañable foto de mi hermana pequeña, con dos años, bañándose en un barreño.
Lo que sí conservo es un curioso archivo fotográfico, digitalizado para la ocasión, en el que el protagonista soy yo mismo.





El personaje más pequeño de la foto soy yo y se trata de mi bautismo con escasos meses de vida. En la primera foto, mi abuelo por parte paterna y mi tía, fueron mis padrinos. Mi abuela materna se encuentra al lado de mi tía. En la segunda foto, el que sostiene a mi hermana mayor en brazos es mi padre.





Como todos los críos a esa edad, debí ser de lo más encantador, aunque es probable que apuntara maneras, a juzgar por la cara de preocupación de mi madre, más significativa en las siguientes fotos, y eso que aún no tenía el año de vida.





Así no es de extrañar que un día, hace ya tiempo, mi madre me lanzara una maldición: ¡Ojalá tengas once hijos y los once sean tan brutos como tú!.
Afortunadamente su maldición no se ha cumplido.
Es probable que para las nuevas generaciones, la fotografía en blanco y negro no tenga el sentido que podamos dárselo nosotros. ¡Es lógico! La triste vida gris de la postguerra nos ha llevado a una vida de prosperidad y color, aunque la actual crisis económica le haya dado un tinte indefinible.
Para los que nos criamos con el blanco y negro, éste siempre tendrá un sabor especial, como es el caso de los adorables y entrañables años veinte y el erotismo de aquellas deliciosas fotos que serán objeto de una próxima entrada.

A mis creadores.

martes, octubre 05, 2010

Atomium

Con sus 103 metros de altura, el Atomium es uno de los emblemas de la ciudad de Bruselas, ciudad emblemática en sí misma y protagonista de una entrada reciente con motivo de nuestro viaje a Bélgica este verano.



El Atomium se construyó para la Exposición Universal de 1958 y representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Está formado por nueve esferas de acero de 18 metros de diámetro cada una.



Cerrado por un proceso de renovación, abrió nuevamente sus puertas en el año 2006, motivo por el cual Bélgica emitió una preciosa moneda conmemorativa de 2 €.



Aunque de obligada visita a su interior, lo cierto es que es mucho más impactante por fuera que por dentro.



Nos estamos refiriendo al Atomium.







Aunque desde el interior, las vistas del exterior son igualmente impresionantes.



martes, septiembre 28, 2010

Huelga general

Mañana, día 29 de septiembre, hay convocada una huelga general en España. No vamos a hablar de la jornada de huelga convocada porque ya se viene tratando el tema en demasía. Será un éxito (según los Sindicatos) y un fracaso (según la Administración), como todas las huelgas. Pero queríamos aprovechar esta entrada para hablar de dos huelgas.
Como hemos podido comprobar, la primera huelga de la que se tiene conocimiento tuvo lugar en Egipto en el año 1166 A.C., cuando los obreros que trabajaban en la tumba del faraón Ramsés III se negaron a continuar el trabajo hasta que no se cumplieran sus reivindicaciones. Dicha huelga quedó registrada en el llamado Papiro de la Huelga que se conserva en Turín y sobre la que tenéis más información en este enlace.
La otra huelga, aunque ficticia, no deja de ser curiosa y merecedora de figurar en los anales huelgológicos, la que nos cuenta Aristófanes en su Lisistrata de 411 A.C. La heroína de esta comedia, harta de las continuas guerras de Atenas con otras ciudades estado, reune a las mujeres de ambos bandos y les propone iniciar una huelga de tipo sexual. Aunque la propuesta no es inicialmente bien acogida, las mujeres se niegan a mantener relaciones sexuales hasta que los hombres no firmen la paz. ¡Y lo consiguen!



Inspirado en la comedia de Aristófanes, en 1987 el autor y dibujante alemán Ralf König publicó el divertido cómic de inspiración gay de mismo título.



Así mismo, la película española dirigida por Francesc Bellmunt de 2002 y protagonizada por Maribel Verdú, está basada, a su vez, en el cómic de Ralph König.
Y mañana huelga general.