viernes, enero 30, 2009

Pan con sorpresa

El libro Notas de cocina de Leonardo da Vinci de Shelagh y Jonathan Routh nos ofrece una de las imágenes menos conocidas del gran genio del Renacimiento. La historia del artista-cocinero está repleta de anécdotas curiosas, algunas de ellas divertidísimas y nos descubre a un Leonardo obsesionado con los inventos para la cocina y con recetas excéntricas, al estilo de la nouvelle cuisine, que nadie comprendía en su época, podemos leer en la reseña que de este libro hace el Blog Ovejas Eléctricas.



Uno de los primeros diseños de una máquina para transformar la lasaña en espaguetis de Leonardo resultó irrealizable en la práctica, la lasaña se partía cuando era sometida a tensión (Codex Atlanticus, fol. 5Ir.). No obstante acabó consiguiendo los cordeles comestibles tal y como los conocemos en la actualidad.

De la segunda parte del libro, el cual recoge íntegramente el hipotético Codex Romanoff, un manuscrito que desde hace años se atribuye a Da Vinci y que supuestamente se encuentra en el Museo del Ermitage de Leningrado, aunque el museo niega su existencia, me ha llamado la atención la evolución de una receta de Leonardo da Vinci en el tiempo, a lo largo de su códice, y que por su sencillez merece ser expuesto aquí.

He estado pensando en tomar un trozo de pan y colocarlo entre dos pedazos de carne. Mas, ¿cómo llamaré a este plato?

Más adelante, el maestro vuelve a escribir:

He estado pensando de nuevo en el pan y la carne. ¿Y si dispusiera la carne entre dos trozos de pan? ¿Y cómo podría llamar a este plato?

Finalmente, Leonardo encontró la solución e inventó el precursor del popular bocadillo:

Estoy dudando sobre la conveniencia de disponer la rebanada de carrillo de buey entre dos pedazos de pan y no al revés. De esta forma crearía un plato como no se ha visto nunca en la mesa de mi señor Ludovico. En verdad, se podría disponer de toda suerte de cosas entre los panes: ubres, testículos, hígados, orejas, rabos y otras por el estilo. Y al no poder ver los comensales el contenido, éste resultará una verdadera sorpresa cuando lo ataquen con sus cuchillos. ¿Cómo podría llamar a tal plato? Pan con sorpresa.

martes, enero 13, 2009

Martes y trece de enero

Hoy es martes y trece de enero, como el comienzo de la canción de Desmadre 75: Caperucito Rodríguez Cortés. Hace más de 30 años que este grupo puso de moda canciones como Saca el whisky cheli o La chorba del Jacinto, canciones que no pasarán a la historia de la música, pero era lo que había. En aquél entonces no teníamos Gran Hermano o Granjero busca esposa para entretenernos y poder evadirnos de nuestros propios problemas.
A mí, Caperucito Rodríguez Cortés, me gustaba. Me la aprendí de memoria. Durante años, cuando mis hijas eran pequeñas, les gustaba que les cantase tres canciones cuando se iban a la cama. Preferían oírme cantar a que les contase un cuento. Una de las canciones de mi repertorio era, precisamente, el Caperucito Rodríguez Cortés.
Hoy, martes y trece de enero, os dejo con el inolvidable, al menos para mí, Caperucito Rodríguez Cortés

Martes y trece de Enero a las tres
Caperucito Rodríguez Cortés
va a la casita de su abuelita
con leche y miel en una cestita.
Cruza los campos dorados al sol
y en el camino escucha el transistor
si gana el Betis o gana el Ferrol
que está la liga de mal en peor.
Va a casa de su abuelita Rogelia
que le ha dado un paralís
que le ha atacado el reuma a las piernas
y hay que ponerla a hacer pis.
Su madre le dijo antes de partir.
Caperucito te tienes que ir
anda con tiento y guarda temor
que está al acecho la loba feroz.
Caperucito la desobedeció
y el muy travieso en el bosque se metió
cogiendo setas a discreción
se dio de morros con la loba feroz.
A dónde vas capullito de Alhelí con frenesí
a dónde vas mozalbete tan galán con tu gabán
ay quédate que me siento trastornada de ilusión
ay quedaré que te espera una cascada de pasión.
Caperucito en buen lío se metió
pues se casó con la loba feroz
y su abuelita se quedó allí
sin su merienda y haciéndose pis.

sábado, enero 10, 2009

Gorilas en la nieve

Ha vuelto a nevar. Y llevamos ya tres nevadas importantes. Nevar en Madrid significa caos, imprevisión, atascos..., y, ante todo, políticos en televisión culpándose unos a otros, echando balones fuera, asumiendo que la culpa la tiene siempre otro, sin asumir responsabilidades. Que el aeropuerto de Barajas tuviera que ser cerrado ayer durante unas horas por la nieve por primera vez en su historia, además de noticia, indica la falta de preparación de las administraciones públicas para los imprevistos. Pero, bueno, no vamos nosotros a cargar tintas al respecto. Como el resto de la población, y a diferencia de la clase política, nos lo tomamos con humor y con cierta resignación.
Con motivo del Año Internacional del Gorila, nuestro protagonista de la entrada anterior, ha disfrutado de esta nevada una vez que los Reyes Magos de Oriente se han vuelto para sus tierras. Los Gorilas en la niebla han dejado paso, esta vez, a los Gorilas en la nieve.