domingo, noviembre 23, 2008

Vida

Noviembre suele ser un mes cargado de cierta tristeza en mis recuerdos. Es por ello por lo que he querido cambiar de registro y hacer un pequeño homenaje a la Vida misma, esa vida que nos rodea y se renueva contínuamente.



Desde el pequeño pino que brotó de un piñón y que ahora tiene ya cuatro años, a las pequeñas flores que nacen libres en el campo...



...pasando por los diminutos insectos que nacen, crecen y viven tan rápidamente que casi no nos damos cuenta,



a los lentos caracoles que acaban de nacer.



La Vida misma está ahí, a nuestro alrededor,



dentro de nosotros mismos,



fluyendo desde nuestras entrañas, por así decirlo.



La Vida nos acompañará mientras tengamos vida, mientras nuestro corazón siga latiendo, mientras perduren estas imágenes en nuestros recuerdos y en nuestra alma.



A mi Tío Alejandro, una bella persona buena



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