lunes, agosto 31, 2015

Algunas de mis camisetas

Con el paso de los años he ido atesorando camisetas que o bien compro en algún viaje o me regalan. Son ya bastantes las que se apilan en el armario y a las cuales les doy el merecido uso. La más antigua, de las que conservo, es esta con los primeros versos de la Odisea recuerdo de mi primer viaje a Atenas hace más de veinticinco años.


Hace tres años, con motivo de un nuevo viaje, me compré una igual con la que se puede apreciar el paso del tiempo de la primera.


De ese mismo viaje es esta otra camiseta con el epitafio del escritor Nikos Kazantzakis que figura en su tumba en Heraklion:  Δεν ελπίζω τίποτα, δε φοβούμαι τίποτα, είμαι λέφτερος que al cambio significa "No espero nada, no temo nada, soy libre".


De mi paso por Chile hace dieciocho años, es esta otra camiseta a la que le tengo un gran cariño por haber sido testigo de muchos acontecimientos en el pasado.


De mi primera estancia en Italia, en Venecia en concreto, es otra de mis favoritas, el hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci.


Camisetas "leonardinas" se han unido posteriormente a mi vestuario.



A mi fama de friki han contribuido mis hijas con camisetas que me han regalado dedicadas al universo Marvel y DC.




Aunque la mayor parte de las veces las camisetas que me regalan son un recuerdo de los lugares que visitan y que me hacen sentirme feliz porque ello significa que se acuerdan de mi, al menos lo suficiente como para comprarme una camiseta.




Es mi hija mayor la que suele regalarme camisetas algo más atrevidas que luzco con orgullo en el trabajo.




Pero todas mis camisetas tienen un aquel, que podría decirse y que me gusta lucir.




Algunas camisetas incluso tienen dos caras.







Tengo bastantes más pero como suele decirse, para muestra un botón. Sin embargo, mi favorita, la que más gente me ha preguntado por ella, en la que todo el mundo suele fijarse, es esta adquirida en Oviedo en una tienda dedicada a artículos para zurdos. La pobre está ya un poco deteriorada pero es de la que más me gusta presumir.


Fotos: Helena

miércoles, agosto 26, 2015

¡Qué tiempos aquellos!

Este fin de semana, durante una reunión de primos que solemos celebrar casi todos los años, esto es, una primada, el protagonista de la misma ha sido el futbolín con el que se presentó el más bandarra de la familia: Carlos.


Las duras sesiones de entrenamiento desembocaron en una liguilla y en las correspondientes eliminatorias hasta llegar a una final digna de todo un campeonato mundial. Ha sido todo un viaje al pasado para rememorar la infancia y juventud de los ya más talluditos de entre los asistentes. El modelo de futbolín de la foto es el internacional con los muñecos de madera y con las piernas juntas, a diferencia del español en que el muñeco es metálico y con dos piernas.


Existe la Federación Española de Fútbol Mesa (F.E.F.M.) y toda una serie de reglas para el desarrollo del juego que pueden consultarse aquí.
Pero, independientemente de reglas, del formalismo típico de una competición oficial, de las habituales tácticas de intentar descentrar al equipo contrario, y demás, lo cierto es que hemos disfrutado de lo lindo.


No ha habido tiempo de echar de menos el tradicional campeonato de mus, menos agotador que el de futbolín, e igualmente asentado en nuestras genuinas primadas.

lunes, agosto 10, 2015

Brutathlón

En el libro de Dave Barry, Nosotros. los tíos, podemos leer: Los ejemplos de tíos dispuestos a enfrentarse a desafíos absurdos son innumerables. Casi todos los deportes quedan clasificados en esta categoría... Esto viene a propósito de habernos enterado de un nuevo e interesante deporte que no dudamos acabará siendo olímpico, el Brutathlón, un pentathlon al más puro estilo pueblerino. Cinco disciplinas convierten al campeón en el más brutote de la competición: lanzamiento de "bobedilla"; volteamiento de rueda de tractor; lanzamiento de tocona; arrastre de traviesa y la prueba estrella, el lanzamiento de bombona de butano; eso sí, vacía para evitar accidentes que pudieran hacer la competencia a los premios Darwin. Aunque profundamente arraigado en nuestro acerbo más rural ibérico, es en el madrileño pueblo de Los Molinos, en la Sierra de Guadarrama, donde se ha formalizado esta  forma de hacer el bruto. Este año, el día 22 de agosto, se celebrará el 3º Campeonato de Brutathlón en dicha localidad al que le auguramos un notable éxito.