Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Hace algunos años una pareja de golondrinas anidó encima de la puerta de mi casa. Al año siguiente volvieron las oscuras golondrinas y volvieron a anidar. Uno de los miembros de la pareja desapareció y, como es costumbre en estas aves, el superviviente abandonó el nido.
El nido ha permanecido vacío durante años. Lo han intentado ocupar gorriones, otras golondrinas..., pero todos desistieron.
Esta primavera, una pareja de golondrinas ha ocupado el nido.
Su actitud perseverante me ha animado a investigar lo que ocurría dentro del nido. Con la ayuda de un pequeño espejo, esto es lo que he podido observar:
4 comentarios:
Bien!!! Enhorabuena!!! tú si que has encontrado algo precioso sobre lo que escribir, yo ando como el proverbio arabe "en silencio" últimamente... me alegro que la sequía de este principio de verano se nos esté acabando con imagenes y poemas tan eternamente bellos con las golondrinas.
Sólo espero que nos tengas informados cuando asomen esos pequeños picos amarillos y negros asomandose por el nido reclamando comida... ¿Nos harás el favor de colgar la foto cuando la tengas?.
Estamos deseando recobrar la sencillez y la belleza... en un mundo que se complica demasiado en lo grotesco y lo feo... gracias por estar aquí.
Medara:
Lo bello es difícil que perdure. Apenas salieron del cascarón los polluelos (pude verlos pero no fotografiarlos), unas ávidas urracas atacaron el nido. Las golondrinas hicieron lo que pudieron, pero, uno a uno, se fueron llevando los polluelos.
Al día siguiente, las golondrinas abandonaron el nido.
No había escrito nada porque no me ha gustado este triste final.
Es muy bonito observar el vuelo de estas golondrinas o escuchar sus trinos, pero no lo es tanto estar 5 días sin poder salir a tu propio patio porque las crías, aprendiendo a volar han caído al suelo y les cuesta levantar el vuelo. O cuando tienes que volver a echar la ropa a la lavadora porque recien tendida han dejado "su firma" en tus sábanas, ha juego con el resto del suelo y las paredes del patio.
Serán muy bonitas pero las prefiero ver en tu patio antes que en el mío.
Víctor Manuel
Tienes razón Victor Manuel: todo tiene su lado bello y su lado oscuro, y comprendo que prefieras ver a las golondrinas en mi patio antes que en el tuyo
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