Hoy es uno de esos días que se quedan grabados en el recuerdo; grabado a sangre y fuego. Llevamos cinco años dándole vueltas, tratando de reflexionar sobre lo sucedido y seguimos sin entender nada. Ante la rabia y la impotencia sólo podremos hacer lo que hacemos todos los años: dejar una vela encendida durante todo el día.

La foto ha sido tomada prestada del Blog
Antona Fotografías
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