Decíamos hace poco, en este mismo Blog: Cualquier ciudad es mucho más que los tópicos que se le asocian, como venimos diciendo de forma habitual, pero los tópicos, en cierta medida, describen la esencia de las ciudades; y un tópico que puede asociarse a Bruselas, y a toda Bélgica por extensión, es el chocolate y sus extraordinarias chocolaterías.
Pasear por las calles de Bruselas significa embriagarse del delicioso aroma que despiden las innumerables tiendas de chocolate, deleitándonos además la vista con sus originales productos;
alguno de ellos son pequeñas obras de arte.
No es de extrañar, como nos hemos podido enterar, que los belgas consuman 7,3 Kg de chocolate por habitante y año; y que exista, en Bruselas, un Museo del Chocolate.
Situado en la Rue de la Tête d'Or (Guldenhoofd straat), es una obligada visita para el viajero ávido de nuevas impresiones y vivencias.
Además, cuenta con una demostración sobre el proceso de elaboración de las delicias expuestas en los escaparates e interesantes reseñas históricas desde su introducción en Europa por Hernán Cortés.
Claro que Bruselas es mucho más que chocolat: Grand Place, Manneken Pis, Atomium, cerveza, Museo del cómic (Centre Belge de la Bande Dessinée)... pero rememorar ese delicioso olor de sus calles mientras escribimos estas líneas, sencillamente, nos embriaga.
jueves, agosto 12, 2010
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1 comentario:
...y cerveza, y mejillones con patatas; y...
Joder que hambre me ha entrado. Me voy a la nevera... a por unas lonchas de jamón serrano de los de Teruel...
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