Mientras publicábamos nuestro anterior entrada, el día 11 de Marzo, empezábamos a tener noticias del terrible terremoto de Japón y el posterior tsunami, así como de las fugas de radiactividad de la central de Fukushima. Los terribles acontecimientos nos han dejado sin palabras, así como el posterior conflicto en Libia escasamente una semana después del terremoto. Que el mundo está loco, loco, loco no es ninguna novedad; lo preocupante es que cada vez lo está más. Si hace algo más de un año, el terremoto de Haití destrozó uno de los países más pobres de la tierra con más de 316.000 muertos, esta vez la desgracia ha sido en uno de los países más ricos e industrializados, Japón, y eso a nuestro mundo occidental le preocupa mucho más. Aunque la desgracia nos iguale, no parece ser lo mismo.
Pese al pesimismo que nos embarga, preferimos optar por mensajes positivos, y aunque no venga muy a cuento os dejo con esta foto halagüeña que permite que, cada vez con mayor frecuencia, podamos admirar al águila imperial sobrevolando nuestro cielo serrano.
jueves, marzo 31, 2011
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