Hoy es un día de muy triste recuerdo para toda mi familia; un día triste y francamente doloroso. Este crespón negro quiero dedicárselo a todas y cada una de las víctimas del coronavirus pero, de una forma muy especial, a una de ellas que falleció hoy justo hace un año: mi hermana mayor. No puedo decir nada más porque el dolor me embota las ideas y agarrota los dedos de mis manos para escribir. Ha pasado un año ya y nos encontramos al inicio de la cuarta ola. ¿Cuánto dolor más necesitaremos para espabilar un poco? No me cabe la menor duda: Contra la estupidez humana, los propios dioses luchan en vano (Friedrich Schiller).
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