sábado, febrero 28, 2009

Ausencia

Nuestra hija pequeña de 11 años partió hace dos días a Tenerife donde permanecerá algo más de un mes en casa de una buena amiga. Durante ese mes va a continuar escolarizada en el Trinity School (Los Realejos, Tenerife), un prestigioso colegio inglés. Con el visto bueno de las autoridades educativas de origen, todos pensamos que esta experiencia puede resultarle enormemente enriquecedora, sobre todo porque ella es la que ha querido vivir esta aventura, quizás porque presiente que es una de las pocas oportunidades que tiene para poder despertar al inglés, asignatura que la tiene completamente desmoralizada.
El lunes empezará las clases, en inglés, y tendrá que poner mucha atención desde el principio. La ha animado el hecho de que ella, al principio de este curso, tuvo una compañera china que llegó sin saber una sola palabra de español. El caso es que se ha marchado animada y motivada.
En casa, la primera noche, durante la cena, su ausencia resultó casi insoportable. No pude evitar fotografiar su silla vacía.



En tan poco tiempo ya se la echa de menos. Su ausencia es una verdadera presencia.

martes, febrero 17, 2009

¡Estamos vivos!

En algunas culturas africanas, la fórmula de despedida es, traducida a nuestro idioma, algo así como ojalá te piquen las pulgas, lo que demuestra la gran sabiduría popular de estas culturas porque las pulgas no pican a los muertos.
La llegada a casa de Argos, un cachorro de mastín leonés con pulgas incluídas, ha servido para demostrarnos que estamos vivos, ¡y muy vivos! a juzgar por como nos han puesto las pulgas.



Tras tratar al perro, al gato (por si acaso), desinsectar la casa y tratar con pomada a base de corticoides las picaduras, podemos permitirnos que Argos nos mordisquee la pierna como si fuésemos un juguete.



El nuevo integrante de la familia parece no haber roto nunca un plato...



..., pero nos hemos equivocado en el nombre, le hubiera ido mejor Atila.

sábado, febrero 07, 2009

Poco arroz con bogavante

La Gastronomía es un tema que abordamos de vez en cuando en este Blog. Desde el lenga lenga a las almejas a la marinera, los experimentos culinarios tienen su espacio en casa los fines de semana, cuado se dispone de más tiempo para merodear entre los fogones.
Hace unas semanas, mi mujer se atrevió a hacer arroz con bogavante, o mejor dicho poco arroz con bogavante. Cierto que estaba extraordinario pero..., escaso de arroz, de ahí el nombre de la receta.



Tras preparar un sofrito con ingredientes secretos que no me han sido revelados, se añade el bogavante (Homarus americanus) debidamente troceado y al que previamente se le ha dado vuelta y vuelta en una sartén (el juguillo se utiliza para el sofrito).



El ingrediente final es el arroz o, mejor dicho, el poco arroz que se cuece a fuego lento impregnándose del aroma y el sabor del marisco.



El resultado penúltimo es el de la foto siguiente...



... porque el resultado final es este otro:



De donde se deduce que estaba realmente delicioso.