sábado, julio 10, 2010

Treinta y dos en la carretera (1ª parte)

Con nuestras hijas de campamento, mi mujer y yo nos prometíamos una semana de vacaciones al estilo de Dos en la carretera, deliciosa película dirigida por Stanley Donen en 1967 y protagonizada por Audrey Hepburn y Albert Finney. Esta vez hemos cambiado el avión por el coche para hacer un recorrido de Paradores por Aragón y Cataluña: Alcañiz, Cardona, Seo de Urgel, Viella y Bielsa.
La reciente puesta en marcha de un experimento peculiar, hizo que nos pusiéramos on the road algunos integrantes más de los previstos: una treintena de mariquitas nos han acompañado en el viaje.



Primera parada: Alcañiz. Este castillo Calatravo (S. XII-XVIII) se encuentra en lo alto del cerro Pui-Pinos y es uno de los mejor conservados de Aragón.



En la foto, treinta y uno de los integrantes de la expedición en la habitación del Parador.



Las pinturas murales del atrio de la iglesia (se trata de un castillo-convento) así como las de la Torre del Homenaje, son realmente excepcionales.



La ciudad de Alcañiz, completamente en obras, ofrece un aspecto lamentable en la actualidad. No queda nada claro si la están reconstruyendo o derribando. En la foto superior, la calle Mayor de Alcañiz.



Cardona, en la provincia de Barcelona, nos muestra su majestuoso castillo reconvertido en Parador.



Algunas de sus habitaciones ofrecen un encanto acorde con el castillo.





La importancia de Cardona y su castillo tienen mucho que ver con la Montaña de Sal y su fuente de ingresos durante la Edad Media. Durante el siglo XX, la explotación de la Mina para la obtención de la sal potásica supuso un auge de esta hermosa ciudad. En 1990 se abandonó la Mina al no resultar rentable, siendo en la actualidad un Parque Cultural.



La iglesia de Sant Vicenç, en el interior del castillo, fue inmortalizada en la película de Orson Welles Campanadas a medianoche.



Y seguimos en Cataluña. Siguiente parada la Seo de Urgel.



El Parque Olímpico del Segre y su canal de aguas bravas es una visita obligada.



Así como pasear por las calles de la ciudad medieval, como la calle dels Canonges.





La Catedral de Santa María de Urgel con su claustro es de una gran belleza. Hacía veinticinco años que estuve en la Seo de Urgel viviendo casi un año entero, pero no estaba yo por aquél entonces para hacer turismo cultural y no había visitado la Catedral. Pero esa es otra historia que retomaremos en la próxima entrada.

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