La última escapada invernal

Ayer día 20 de marzo, a las 18,32 horas (hora española), comenzó oficialmente la primavera en el hemisferio Norte. Acabábamos de regresar por tanto de la que ha sido nuestra última escapada invernal: Ávila, de los Caballeros, del Rey y de los Leales, como reza en su escudo.



Declarado el casco antiguo, la muralla y las iglesias situadas extramuros Patrimonio de la Humanidad en 1985, es una visita obligada para disfrutar, sobre todo, de sus murallas. Con sus 2.516 m de perímetro y 3 de grosor, 2.500 almenas, 88 cubos o torreones y 9 puertas, es la muralla más grande después de la Gran Muralla China.



Es también el monumento completamente iluminado más grande del mundo.









Nueve puertas o arcos permiten el acceso al recinto amurallado. Estas que reproducimos aquí son la de San Vicente y la del Alcázar o Mercado Grande.





Pero Ávila es mucho más que las murallas. La Catedral, la Basílica de San Vicente o la Iglesia de San Pedro, son solo algunos de los muchos monumentos de la ciudad.







Hemos encontrado en la Web este extraordinario trabajo de Jesús Mª Sanchidrián Gallego, La Muralla de Ávila, un interesantísimo reportaje histórico-fotográfico de sus murallas, fundamentalmente.
En el capítulo gastronómico, resulta inevitable probar las judías del Barco de Ávila tan pródigo en diferentes variedades de esta legumbre.



La última escapada invernal no ha estado nada mal; hubiera sido perfecta de no ser por el jodío bolardo en el que nos dejamos una rodilla al tropezar con él por ir mirando los monumentos.