Una de dos: o el Rey no es español o nuestra Constitución es una mierda.
Vamos por partes. La denominada Carta Magna, en su artículo 14 establece:
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social
(el texto de la Constitución es accesible aquí).
Además, en su artículo 56.3, establece:
La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
Eso significa dos cosas: una que no se le puede violar (léase sodomizar); y dos, que al no tener responsabilidad alguna es un irresponsable, como ya demostrara con lo de la cacería de elefantes en Botswana o la presunta cacería del oso borracho ruso Mitrofán.
Siguiendo con la Constitución, en su artículo 64.2, dice:
De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.
Y se queda tan ancha. Esto es, en el caso de la cacería de Botswana, de quien organizó el safari. Si, por ejemplo, nuestro Rey coge un hacha para liarse a hachazos con Mariano Rajoy (es más probable que lo hiciera con Llamazares), la culpa sería del fabricante del hacha. Menos mal que no le ha dado por ser un asesino en serie ¿os imagináis?
Teniendo en cuenta que Juan Carlos I nació en Roma, quizás sea eso lo que le deja al margen en el artículo 14, en lo de que los españoles son iguales ante la ley; pero, de eso y mucho más de todo lo que está saliendo a relucir, queda bastante claro que nuestra Constitución no es que sea la mejor, es que, al ser la única, nos la tenemos que comer con patatas.
¿Seguimos viviendo en la Edad Media o pretendemos estar en el Siglo XXI para que el nuevo Führer, Angela Merkel, nos siga dando por culo a todos los españoles menos al inviolable vs sodomizable, Rey por aquello de que lo dice la Constitución?
Anteponer la monarquía, una institución feudal, obsoleta y deleznable, por aquello de encontrarse en peligro de extinción, a toda la clamorosa indignación de un pueblo que está sufriendo y soportando a una clase política, auténticos herederos del concepto de cortesanos, correveidiles de esa monarquía irresponsable y no sujeta a sodomización (lo dice la Constitución), sería simplemente patético de no ser por todos los dramas y tragedias que está provocando.
Me quedo con la miniserie The Big Bang Monarchy de El Intermedio. Esta me hace reír; la otra, me hace llorar de rabia y vergüenza. Y mañana es 14 de abril, día en que se proclamó la Segunda República en 1931 en España. ¡Qué bonito regalo sería una abdicación!
sábado, abril 13, 2013
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