En otros casos, las placas de las calles nos ilustran ubicándonos un personaje en la línea del tiempo; es el caso de Mérida.
A propósito de Cervantes, ¿en qué ciudad española no existe una calle que se llame Cervantes? En el caso de Segovia, la placa de la calle Cervantes lleva, además, una cita del Quijote.
O, siguiendo en la misma Segovia, alguna referencia añadida al nombre de la calle como es el caso de la Plaza de Medina del Campo.
Es casi imposible no encontrar en las ciudades castellanas alguna referencia a la Guerra de las Comunidades de Castilla (1520-1522) o a alguno de los famosos comuneros: Padilla, Bravo o Maldonado.
O a todos ellos como es el caso de la Plaza de los Comuneros de Mora.
En Madrid, donde las placas de las calles de la zona centro se renovaron hace años, una referencia a la Guerra de las Comunidades podemos encontrarla en la calle Carretas, denominada así porque se utilizaron carretas para formar un parapeto en la defensa de Madrid.
Y ya que estamos en Madrid, ¡cómo dejar fuera a la Puerta del Sol o la Cava Baja!
Claro que, si existe una Cava Baja, ha de existir una calle de la Cava Alta.
Y ya puestos, no puedo por menos de hacer mi pequeño homenaje a ruda con la placa de la calle de la Ruda en Madrid.
Además, desde la calle de la Ruda, saliendo a la Plaza de la Cebada, podemos dar un paseo por la calle Toledo en dirección a la Plaza Mayor.
No podemos resistirnos, al hacer referencia a la calle Toledo en Madrid, trasladarnos a la propia ciudad de Toledo para buscar la calle que menciona a otro Toledo, el que existe en Ohio.
Algo llamativo en la historia de los pueblos y las ciudades son los cambios de los nombres de las mismas frecuentemente por motivos políticos. Es interesante comprobar, esta vez en Peñafiel, alguna referencia en la propia placa al nombre o nombres anteriores al actual.
En el sur, en Andalucía, son muy dados a los homenajes a cantautores y cantantes, ya sea desaparecidos, como es el caso de Carlos Cano en Barbate
o todavía vivos, como es el caso de Paquita Rico en Chipiona.
Y ya que andamos por el sur, ¡cómo no hacer referencia a la calleja estrecha, en forma de L, del Lorito, en Tarifa.
Nos queda cierta amargura en el cuerpo por no haber fotografiado en cada uno de los pueblos chicos de España, las placas de la calle Amargura que casi todo pueblo español que se honre tiene. Para muestra, el de Cercedilla.
Podríamos seguir con innumerables ejemplos de placas de calles pero, como se suele decir, para muestra un botón. Antes de poner punto final a esta entrada, no podemos resistirnos al bonito homenaje, en Bruselas, a los personajes de cómic que renombran a muchas calles de la ciudad.
Algo a lo que ya hicimos referencia tiempo atrás a propósito de la ruta del cómic. No en vano, Bruselas es la capital mundial del cómic.
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