Estamos asistiendo a una especie de
muerte en directo propiciada por los medios de comunicación en la que se hace un contínuo repaso de las defunciones que lleva originadas esta nueva
gripe A. Día a día, las noticias relacionadas con la
pandemia (porque así la ha declarado la OMS) de
gripe A ocupan su espacio en los diarios y en los telediarios. La duodécima, la treceava, la catorceava muerte por gripe A..., se nos está retransmitiendo
en directo los decesos de un proceso gripal que, hasta ahora, ha demostrado ser menos mortífero que la denominada
gripe estacional. ¿Por qué? No lo sabemos; pero la gestión que están haciendo tanto el Ministerio de Sanidad como las Consejerías de las diferentes Comunidades Autónomas es, lejos de tranquilizar a la población, provocar una alarma social insólita. Es muy fácil echar
carnaza a los carroñeros, y eso es lo que están haciendo las administraciones públicas. ¿Qué sentido tiene ir retransmitiendo las muertes por
gripe A una a una? Va a haber más, eso es indudable; pero mientras se habla de retrasar el comienzo de las clases en los colegios, de los colectivos a los que hay que vacunar (todavía no hay vacuna), de si debe considerarse una enfermedad profesional, de si el
Tamiflú debe darse a tales o cuales afectados..., olvidamos que la gripe estacional está a la vuelta de la esquina y que, por probabilidad, se llevará a muchos más ancianos que, por ejemplo, embarazadas afectadas por la
gripe A. ¿Intereses comerciales, económicos? Determinadas industrias farmacéuticas van a hacer el
agosto este otoño-invierno.
A día de hoy han muerto en España 16 personas por
gripe A. Por supuesto que es lamentable; pero las enfermedades son lamentables y son causa de muerte en muchos casos y en muchos países. El año pasado en
Zimbabwe más de 4000 personas murieron a consecuencia de la epidemia de cólera que tiene lugar en ese país, pero no es
noticia de primera página. Al fin y al cabo son
negros y hay muchos. ¡Qué mundo tan hipócrita el nuestro! ¡Y qué fácil lo tiene el
periodismo carroñero hábilmente alimentado por las administraciones públicas!