sábado, abril 18, 2020

No somos héroes

Como todas las tardes, a las 20 horas, salgo a la puerta de mi Centro de Salud a devolver los aplausos que de manera tan emotiva recibimos. Nos da, indudablemente, ánimos para seguir en esta lucha casi a la desesperada a la que nos enfrentamos. Pero eso no nos convierte en héroes. Aunque haya ya más de 29000 profesionales sanitarios infectados, algo más del 15% de todos los casos confirmados, eso solo indica que estamos más expuestos por carecer, en muchos casos sobretodo al principio, de medidas de protección adecuada. Tampoco las fuerzas de seguridad del estado son héroes. Ambos colectivos tenemos muy claro dos cosas: sentido del deber y de la responsabilidad. Aunque sepamos muy poco de este "puto bicho", tener cierto grado de formación en la propagación de las enfermedades transmisibles víricas nos ha permitido aplicar medidas de protección chapuceras que algún resultado han debido dar.
Para mí, los verdaderos héroes en esta historia sois todos aquellos trabajadores de actividades esenciales que hacéis posible todos y cada uno de los pequeños milagros que podemos vivir día a día: atender, cuidar y salvar muchas vidas. Y sois héroes porque os enfrentáis sin razonables conocimientos apropiados a toda esta mierda con el miedo y la angustia lógica de pensar que podéis infectaros y llevaros el "puto bicho" a vuestra casa: desde el cajero/a del supermercado, al reponedor, el repartidor, el transportista, el agricultor, el ganadero, el personal de limpieza, los cuidadores de personas mayores dependientes... La lista me resultaría interminable.
También sois unos verdaderos héroes todos aquellos ciudadanos que, con sentido de la responsabilidad, os quedáis en casa haciendo lo que se os ha dicho que hay que hacer para evitar la propagación de este "puto bicho".
De los políticos no quiero hablar, no creo que sea el momento adecuado.
Hoy mi aplauso será para todos esos héroes que sobrellevan muy duramente esta situación, bien sea desde el encierro en sus casas o el cumplimiento de su necesaria actividad esencial.
Y, además, mi aplauso hoy será un poco más largo dedicado a mi hermana mayor, Mari Mar, que falleció de coronavirus hace hoy 14 días.
Cuidaros mucho y ¡quédate en casa!

1 comentario:

rafa boadillaventura dijo...

Muy acertado Paco.

Fuerte abrazo y te acompaño en el sentimiento.